AQUÍ están los ejercicios que veremos en clase.
Y aquí los de refuerzo para casa. En este caso tendrás que copiar el enunciado.
AQUÍ están los ejercicios que veremos en clase.
Y aquí los de refuerzo para casa. En este caso tendrás que copiar el enunciado.
Escuchamos las primeras palabras de nuestra vida antes incluso de recibir el
primer alimento, pues son tan necesarias para nuestro desarrollo como la
leche materna. Por eso sabemos que hay palabras imposibles de tragar,
como un jarabe amargo, y palabras que se saborean como un dulce.
Sabemos que hay palabras pájaro y palabras rata; palabras gusano y
palabras mariposa; palabras crudas y palabras cocidas; palabras rojas o
negras y palabras amarillas o cárdenas. Hay palabras que duermen y
palabras que provocan insomnio; palabras que tranquilizan y palabras que
dan miedo.
Hay palabras que matan. Las palabras están hechas para significar, lo mismo
que el destornillador está hecho para desatornillar, pero lo cierto es que a
veces utilizamos el destornillador para lo que no es: para hurgar en un
agujero, por ejemplo, o para destapar un bote, o para herir a alguien. Las
palabras nombran, desde luego, aunque hieren también y hurgan y
destapan. Las palabras nos hacen, pero también nos deshacen.
(Juan José Millás)