LAS PALABRAS DE
NUESTRA VIDA
Escuchamos las primeras palabras de nuestra vida antes incluso de recibir el primer alimento, pues son tan necesarias para nuestro desarrollo como la leche materna. Por eso sabemos que hay palabras imposibles de tragar, como un jarabe amargo, y palabras que se saborean como un dulce. Sabemos que hay palabras pájaro y palabras rata; palabras gusano y palabras mariposa; palabras crudas y palabras cocidas; palabras rojas o negras y palabras amarillas o cárdenas. Hay palabras que duermen y palabras que provocan insomnio; palabras que tranquilizan y palabras que dan miedo.
Hay
palabras que matan. Las palabras están hechas para significar, lo mismo que el
destornillador está hecho para desatornillar, pero lo cierto es que a veces utilizamos
el destornillador para lo que no es: para hurgar en un agujero, por ejemplo, o
para destapar un bote, o para herir a alguien. Las palabras nombran, desde
luego, aunque hieren también y hurgan y destapan. Las palabras nos hacen, pero
también nos deshacen.
Juan José Millás. (Adaptación)
La televisión: ¿cultura o droga? (Adaptación)
Todos sabemos que la televisión es un
gran invento. Ésta, transmite programas informativos y culturales que,
directamente, merecen ser vistos. Pero hay personas que, nada más llegar a
casa, encienden la tele sólo por tener ruido aunque no la vean; para estas
personas la televisión es como una droga.
Desde nuestro punto de vista la
televisión, vulgarmente llamada la caja tonta, ha extendido la cultura entre
los telespectadores. Gracias a ella el 90% de las personas se enteran de las
noticias ocurridas en todo el mundo. También son de gran utilidad los programas
que fomentan la solidaridad entre la gente, documentales, los programas
deportivos (sin abuso), de humor, musicales y las buenas películas que fomenten
los valores humanos, no la violencia, el sexo, el consumismo... etc.
No entendemos que si se nos estropea un día la televisión es como
si nos faltara algo primordial ¿Tienen razón los que dicen que la televisión es
la caja tonta?, ¿se puede vivir sin ella?
Nosotros pensamos, en conclusión, que en buena parte la televisión
informa, enseña, ayuda y entretiene, pero que el abuso de la misma puede llegar
a convertida en necesaria y transformarse en una especie de droga incontrolada.
Alumnos del 1° de Comunicación
Colegio Dr. Sancho Matienzo.
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